miércoles, 11 de agosto de 2010

Tejedora incansable de palabras.




 Como águila en vuelo mi razón te atrapa
amansando la soberbia,
en cada uno de mis gestos
siempre con los pies hacia adelante,
como ganso salvaje, te busco
y te encuentro en cada uno de mis versos,
 en el ocaso de mi alma.
convocando la hoja en blanco,
licenciosa y libertina.

Más allá del autismo,
ese tul pegajoso de la apatía,
la indiferencia y el olvido corrompen ese instante,
como un tambor retumbando
en las memorias rescatadas del olvido

Mariposas de luto van y vienen,
tramutadas de silencios,
hacedoras de letras olvidadas.
palpitantes irreverentes,
como deshojando el tiempo.
en el agua quieta del espejo.

Me beberé el tiempo que me queda
en un adiós lento, inextinguible.
como una flor de humo
abriéndole zanjas a las noches
por donde circula el humus.

Acompáñame en esta oscuridad,
con placidez desnuda
con estas manos de árboles,
tejedora incansable de palabras

Como ser apesadumbrado de páginas ocultas
Apurar miles de distancias
deshojando el tiempo.

En medio de este silencio pleno
me deleito de la imperfección de mis actos
de mis tantos absurdos,
con la culpa atada a mis zapatos
sacándole tiras a la luz…

2 comentarios:

  1. es dulce y fuerte a la vez; me gusta.
    gracias por compartirlo!

    saludos desde el mismo pedacito de tierra en el caribe

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  2. Gracias Patricia, aunque un poco tarde pero segura. Aprecio tu comentario. Abrazos.

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